El cultivo de la viña en Castilla y León es una de las actividades más estrechamente vinculadas al mundo rural y representa un pilar básico de la economía regional, sobre todo, por su capacidad de fijar población al tratarse de una actividad que no permite la deslocalización.
En los últimos 25 años el sector ha experimentado un continuo desarrollo en Castilla y León. Actualmente, cuenta con una superficie total de viñedo para vinificación de 84.373 hectáreas, de las cuales el 95% están acogidas por las 17 DOP reconocidas en la región en este sector (Bierzo, Cigales, Ribera de Duero, Rueda, Toro, Arlanza, Arribes, León, Tierra del Vino de Zamora, Cebreros, Valles de Benavente, Valtiendas, Sierra de Salamanca, Vino de pago Urueña, vino de pago Dehesa Peñalba, vino de pago Abadía Retuerta y Vino de la Tierra de Castilla y León.