La Peste Porcina Africana (PPA) es una enfermedad de los suidos (cerdos y jabalíes) causada por un virus (concretamente un Asfavirus). Este virus provoca destrucción del tejido del interior de los vasos sanguíneos (endotelios) y produce hemorragias (por eso se clasifica como una de las “enfermedades rojas”) y alta mortalidad.
No se transmite ni afecta al hombre, pero es altamente contagiosa para los suidos. Por ello, la Organización Mundial de Sanidad Animal y en consecuencia la normativa de la UE establece como medidas obligatorias:
Sacrificio obligatorio de todos los efectivos de las explotaciones afectadas y destrucción de los cadáveres.
Restricciones de movimiento de animales vivos de las zonas cercanas a las explotaciones afectadas (en el radio de 10 km).
Restricciones en la comercialización de los productos de origen porcino (dado que el virus permanece en la carne y otros productos cárnicos).
Cierre de mercados a los animales y productos de origen animal de los territorios afectados.
En la actualidad la enfermedad se encuentra presente en varios países de Europa (Rusia, Bielorrusia,…) y de la Unión Europea (Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Hungría, República Checa, Bélgica e Italia (Región de Cerdeña). Los brotes en unos países están asociados tanto a la aparición únicamente en animales silvestres: jabalí situación de República Checa, Hungría o Bélgica, como a la aparición en jabalí asociada a brotes en cerdo doméstico caso de Rumanía y Bulgaria relacionados sobre todo con pequeñas o medianas explotaciones ganaderas con bioseguridad baja.
Los retos que se presentan en la actual situación son la evolución de la enfermedad de epidémica a endémica en el jabalí y el riesgo propagación desde el foco de Bélgica (septiembre de 2018) a países vecinos como Francia, Holanda o Alemania, lo que ha provocado que países como Francia hayan establecido una zona de seguridad en la que se están tomando medidas drásticas en las poblaciones silvestres (sacrificio de jabalíes para evitar así la propagación de la enfermedad).
1. Planes de contingencia y ejercicios de simulacro de Peste Porcina Africana en España.
Estar preparados para dar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier sospecha/confirmación de una enfermedad epizoótica en nuestra región eminentemente ganadera es un reto importante para la Consejería de Agricultura y Ganadería. Para hacer frente a estas situaciones Castilla y León cuenta con una potente estructura de Servicios Veterinarios Oficiales, distribuidos en 103 Unidades Veterinarias bajo la dirección técnica del Servicio de Sanidad Animal.
Para garantizar esta preparación se establecen planes de contingencia que incluyen, en esencia, protocolos de actuación que tienen como objetivo controlar y erradicar cuanto antes un brote declarado.
En Castilla y León se ha desarrollado un Procedimiento general de los planes de contingencia en materia de sanidad animal a semejanza del Plan coordinado Estatal de Alerta Sanitaria Veterinaria, que es un documento horizontal que incluye aspectos comunes a todas las alertas sanitarias y que remite a los distintos manuales prácticos de operaciones para cada enfermedad de declaración obligatoria (EDO), que incluye aspectos específicos de la lucha contra esa EDO consensuados a nivel nacional.
Para que la respuesta sea efectiva en el momento de aparición de un brote hace falta una importante labor en tiempos de paz o periodo sin brotes, ya que cuando la enfermedad llega no la respuesta debe ser inmediata. Un elemento muy importante en este sentido es la realización de simulacros de alerta sanitaria que nos sirven para valorar el grado de preparación del país o de alguna de las partes que componen la estructura de respuesta ante la declaración de un brote de EDO. La propia Comisión Europea hace de estos simulacros un requisito obligatorio para los Estados Miembros en relación a enfermedades prioritarias, como es el caso de la influenza aviar y de la fiebre aftosa. De estos simulacros se saca información muy valiosa de cara a la solución de deficiencias que de otra forma quedarían inadvertidas y podrían suponer una falta de eficacia en la repuesta ante un brote real.
2. Actuaciones de coordinación, formación, información y divulgación de la problemática.
Se han llevado a cabo múltiples reuniones de coordinación e información, a las Organizaciones Profesionales Agrarias, cooperativas de porcino, representantes de integradoras, representantes de empresas porcinas regionales, asociaciones de cazadores, asociaciones de veterinarios de porcino en ejercicio libre de la profesión y Servicios Veterinarios Oficiales.
3. Distribución de material informativo y didáctico.
25-10-2018 Mailing informativo a 4.639 ganaderos de porcino.
Carteles informativos elaborados por la Consejería de Agricultura y Ganadería con el formato consensuado por el MAPA en varios idiomas sobre la importancia de la transmisión de enfermedades ( PPA ) a través de los productos cárnicos, crudos y curados, así como el riesgo de la ingestión de estos alimentos por parte de animales domésticos. Su punto de difusión principalmente en áreas de pasode todo tipo de público como las estaciones de servicio de combustible.
Trípticos informativos PPA (bioseguridad base para la protección), en la explotación, cazadores y en el transporte. Elaborados por la Consejería de Agricultura y Ganadería. Distribuidos de la siguiente manera:
La Consejería de Agricultura y Ganadería a nivel provincial y comarcal, Ayuntamientos.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
OPAs y Asociaciones de productores.
Carteles informativos tipo poster elaborados por INTERPORC, varios modelos, enfocados a sectores concretos:
Modelo BSG en las explotaciones, su difusión principalmente en unidades veterinarias.
Modelo BSG en el matadero, su difusión en los mataderos.
Modelo bioseguridad en el transporte, su difusión principalmente en centros de limpieza y desinfección y mataderos.
A nivel nacional está aprobado un Programa nacional de vigilancia sanitaria porcina adaptado al incremento de riesgo de incursión de Peste Porcina Africana en la Unión Europea, este programa fue modificado en octubre de 2018.
5. Actuaciones de vigilancia activa de PPA en jabalíes.
Para llevar a cabo la investigación epidemiológica en fauna silvestre, Castilla y León ha desarrollado una Orden Autonómica, y ha implementado un protocolo de muestreo siguiendo los parámetros homogéneos establecidos en la orden precitada.
Adicionalmente, para dar mayor impulso a la información generada ha desarrollado un programa informático de gestión laboratorial de estos resultados que permiten a las Unidades Veterinarias consultar los resultados en tiempo real y por último ha conseguido valorizar este programa a través de dos proyectos europeos de cooperación transfronteriza con Portugal.
En resumen los pilares en los que se basa el programa regional son:
Orden AYG/1535/2010, de 18 de octubre, por la que se aprueba el Plan de Vigilancia Sanitaria Permanente de la Fauna Silvestre de Castilla y León.
Protocole normalizado de trabajo con descripción concreta del tipo y número de muestras así como los canales de envío y procesado de las mismas.
Desarrollo de programa informático de gestión laboratorial (FASI)
Inclusión de su estudio en POCTEP (Programa UE de cooperación transfronteriza con Portugal).
Colaboración con el SEPRONA.
Establecimiento de un protocolo para el control de Subproductos Animales no destinados a Consumo Humano generados en cacerías.
6. Revisión de bioseguridad en explotaciones porcinas.
Castilla y León incorporó la evaluación de la bioseguridad de las explotaciones ganaderas como un objetivo de legislatura. El objetivo de este compromiso se fundamentaba en lo siguiente:
La bioseguridad es un elemento clave para proteger a la cabaña de la posible entrada y difusión de enfermedades, situación que sería traumática para el sector porcino regional no solo por las posibles pérdidas a nivel de granja si no porque quedarían imposibilitadas las exportaciones que son el pilar económico del sector.
Para ello se realizaron encuestas normalizadas in situ del 100% de las explotaciones de ganado porcino de Castilla y León, y de esta evaluación se obtuvieron las siguientes conclusiones:
Nivel de bioseguridad muy bueno: 78,6% explotaciones muy alto/alto.
96% del censo de reproductoras de Castilla y León en niveles de bioseguridad muy alto/alto.
98% del censo de cebo de Castilla y León en niveles de bioseguridad muy alto/alto.
Esta información fue presentada en una jornada informativa al sector el día 20 de enero de 2017 en Burgos.
Desde el Servicio de Sanidad Animal se participó en una jornada de ámbito estatal organizada por la Academia Española de Ciencias Veterinarias (08/05/2017), divulgando el programa y resultados obtenidos a nivel regional.
Desde noviembre de 2018 se ha iniciado una revisión de la bioseguridad de las explotaciones porcinas que será finalizada en marzo de 2019. El plan reforzado de bioseguridad autonómico tiene un alcance global a todas las explotaciones ganaderas que serán nuevamente reevaluadas conforme criterios de riesgo.
Actuaciones en caso de presencia de animales enfermos o muertos
En las explotaciones ganaderas ante la aparición de cualquier síntoma de enfermedad de los animales o aumento de la mortalidad se deberán poner en contacto con su veterinario para que valoré la situación y ante cualquier sospecha se dará traslado a los Servicios Veterinarios Oficiales de la Unidad Veterinaria a la que pertenezca la explotación.
Ante la aparición de jabalíes enfermos o muertos se deberá poner en contacto con los Servicios Veterinarios Oficiales, llamando a la Unidad Veterinaria o a través del número de teléfono 900 709 709 (Sistema de Alerta Sanitaria Localizada) o bien contactar con los Agentes Medioambientales o con el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) que darán traslado a los Servicios Veterinarios Oficiales.
Recuerde que no debe manipular el animal enfermo o cadáver y que debe aportar la localización exacta del hallazgo.
Recomendaciones respecto de la Peste Porcina Africana
Si es titular de una explotación de ganado porcino:
Extreme las medidas de Bioseguridad en su explotación.
No corra riesgos con las entradas de animales en su explotación.
No permita la entrada en su explotación de personas o materiales que no cumplan las medidas de bioseguridad establecidas para su explotación.
No permita que se alimente a los cerdos con restos de comida (derivados de porcino).
Mantenga en correcto estado de limpieza las instalaciones y el entorno para evitar la presencia de posibles vectores de la enfermedad (garrapatas).
Comunique inmediatamente con su veterinario ante la aparición de síntomas de enfermedad en los animales o mortalidades anormales.
Si es cazador, o es un caminante en busca de contacto con la naturaleza:
Comunique la presencia de animales con síntomas de enfermedad o la presencia de animales muertos sin causa justificada (disparo, accidente, …).
No contacte con esos animales o sus cadáveres, deje que sean los Servicios Veterinarios Oficiales quienes realicen toma de muestras y la recogida de los cadáveres (900 709 709).
Limpie la ropa utilizada lavándola en agua al menos a 60ºC y añadiendo un desinfectante, limpie el calzado y desinféctelo.
No visite explotaciones ganaderas sino han trascurrido al menos 72 horas tras la actividad de caza o el contacto con el animal sospecho o muerto.
Si utiliza su coche para la caza límpielo y desinféctelo tras su utilización.
Implicaciones de la entrada de la enfermedad
De producirse la entrada de la peste porcina africana en el territorio de España y de Castilla y León tendría unas importantísimas repercusiones:
Sacrificio de animales en las explotaciones afectadas
Restricciones al comercio de animales y productos de origen animal porcino (carnes, material genético, cerdas, harinas de porcino, etc.).
Restricciones al movimiento de animales en las zonas afectadas
En caso de que el positivo sea un jabalí:
Restricciones al comercio.
Limitación de la caza en la zona afectada (no se podrá cazar o si se puede no será como se viene realizando sino que tendrá que ser bajo control de las autoridades sanitarias y por personal debidamente formado).
Disminución de las poblaciones de jabalí con lo que se verá afectado el número y el tamaño de los animales para su futura caza.
Limitación de acceso a la zona afectada (prohibición de actividades como el senderismo, rutas en bici de montaña, …), lo que implica importantes repercusiones para los entornos con importancia turística y por tanto disminución del turismo y su fuente de ingresos.